Iba para tres años la primera noche que no fue capaz de pegar ojo.
Por aquel entonces tuvo un buen motivo... solo que cuando este desapareció, siguió durmiendo fatal todavía durante un tiempo.
Después, vinieron fases intermitentes de dormir mas o menos horas, pero sin llegar a tener un sueño totalmente reparador. Cuando parecía que el problema estaba solucionado, llegó una etapa inesperada en su vida y con ella el temido insomnio.
El fin de semana que acababa de pasar estuvo tan falto de descanso como el resto del mes, pero hubo algo diferente, tuvo tiempo para pensar.
No es que hasta ahora no lo hubiese hecho, si no que su cabeza estaba ocupada en otro tipo de cosas. Pedro, así se llamaba su psicólogo, estaba cansado de decirle que mientras no encontrase la raíz de su problema seguiría durmiendo poco y mal. Que tenia que ser mas honesta consigo misma, aunque eso le doliese, que su cerebro le estaba mandando un mensaje de que algo no estaba bien en su vida y debería averiguar que era.
También le explico algo que ella ya sabia, problemas los iba a tener siempre, aunque lo sano seria que los susodichos le quitasen el sueño, unos días o a lo sumo unas semanas y después volviese a dormir bien.
De repente !vuala!, fue como si se le encendiese una bombilla y lo que había sido durante unos meses su gran obsesión se convirtió en algo practicamente sin importancia en su vida.
Por fin había descubierto que era lo que tanto la había preocupado durante todo ese tiempo, tenia la misma sensación que te queda cuando estas luchando con una madeja de lana y por fin consigues desenredar el primer nudo, sientes que a partir de ahí todo sera mas fácil.
Sabia que no iba a dormir bien de le noche a la mañana, pero lo importante es que estaba en el camino. Se había estado haciendo las preguntas incorrectas todo ese tiempo.
¿Me gusta llevar la vida que llevo?.
¿Que cambiaría?.
¿Como?.
Reflexionando de esta manera se acababa dando siempre con una pared de imposibles, donde su propia gente, tenia claro que había que cambiar cosas pero que esos cambios le saldrían muy caros a ella y por consiguiente a sus hijas.
Por fin lo había entendido, daba igual donde viviese, como se ganase la vida o a quien tuviese que aguantar como socio. Tampoco era demasiado transcendental con quien compartiese cada etapa de su camino.
Durante toda su vida las cosas le habían venido dadas y ella había ido dando vandazos buscando su sitio con mayor o menor acierto, era lo que le había tocado, digamos que se había dedicado a sobrevivir, primero sola y mas tarde con sus hijas.
En esta ardua lucha de buscar una posición en la vida, se preocupó de lo material para que a su familia no le faltase de nada, de que las personas que estaban a su alrededor fuesen felices, cumpliesen sus sueños, de ser lo suficiente mente buena en su profesión para seguir en la brecha.
Pero nunca había tenido tiempo para si misma, ese tiempo que te da la calma de saber que todo esta en su sitio o va camino de ello, permitiéndote soñar libremente.
Porque, ¿que ahí mas bonito que un sueño?, pues ver que tienes la oportunidad de cumplirlo.
Hay momentos en la vida en los que tienes que ser egoísta e ir a por lo que te hace feliz sin sentirte culpable, anteponiendo tus intereses a los de los demás.
No era la primera vez que tenia la necesidad imperiosa de hacer algo, pero si la primera vez que sabia que lo haría "había encontrado una parcelita de paz".
Su planteamiento de vida de los últimos años había sido erróneo, no tenia que que dejarse la piel, la salud o el dinero en cambiar cosas de su vida, para mas tarde hacer lo que ella deseaba.
Actuando así seria muy difícil que llegase ese momento, porque siempre habría algo que cambiar, mejorar, eliminar, comprar o vender y personas a las que contentar.
Su familia era importante y también sus negocios, pero ella y su felicidad tenían que serlo de la misma manera.
Nunca entendió lo empeñado que estaba Pedro en que aprendiese a decir no. Sabia que era necesario en la vida hacerlo y de hecho ella lo hacia, lo que él realmente quería era que aprendiese a decir no sin sentirse mal después. (eso ya era mas difícil).
Ahora que estaba en el camino, todo seria mas fácil, tenia que adaptar su calendario laboral, sentimental y familiar para que le quedase tiempo libre para hacer lo que realmente le gustaba y no esperar a que le quedase un hueco libre para ella.
Tenia mucho que ofrecerse a sí misma y a los demás y lo haría sin importarle lo que opinase nadie.
En cuanto a las personas que ella quería y supuestamente la querían tendrían que adaptarse a esta nueva situación.
Aunque no le preocupaba su reacción. LO TENÍA CLARO.
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