viernes, 4 de mayo de 2012

FICCIÓN 7 / La vida se empeña en darte lecciones ¡Encerrada!!

Eran las tres de la madrugada y no conseguía pegar ojo, estaba en una habitación de la que no me atrevía a salir; en una esquina, las maletas de los dos, y en la otra lo que se suponía la cama, (una manta vieja estirada encima de la moqueta y otra manta para cubrir mi cuerpo), en la ventana cortinas azul oscuro raídas, y suciedad en cada centímetro de la habitación.
¿Quién me iba a decir que echaría de menos el aula de la escuela? con sus bancos unidos en forma de cama y su colchón encima.
Maldecía la hora en que había vuelto a confiar en mi marido, tenía que haberlo dejado el día que se metió en "su último lío" en España, pero había llorado y suplicado tanto para que no lo hiciera... había prometido una y mil veces que cambiaría, que lo que había pasado le había servido de lección, que no quería perdernos a su hija y a mí por nada del mundo, insistía en que si no estábamos a su lado su vida no tenía sentido, que sólo quería encontrar un trabajo y disfrutar de nosotras. Yo le quería y se me partía el corazón al verlo así, el día que me contó su conversación con Helmut no me convenció demasiado, pero siguió insistiendo una y otra vez pintando un futuro prometedor para nosotros, un comienzo en otro país.
-Ya lo verás, es un pueblo precioso y la gente es muy agradable, Helmut es buena persona y muy amigo mio, trabajarás en la guardería y tendrás a nuestra niña contigo, viviremos en alguna casa de los alrededores y nuestra peque tendrá su jardín para corretear y si quieres hasta podríamos tener un perrito para que jueguen juntos; Helmut nunca me ha fallado y no va ha hacerlo ahora, si no me puede conseguir un trabajo de chofer en la guardería seguro que me consigue alguno en la ciudad, y también podrás conocer a parte de mi familia, les vas a encantar ya verás son muy sencillos y hospitalarios, están deseando conocerte. Estaré trabajando rodeado de gente sana y bien lejos de las malas compañías, contigo a mi lado apoyandome y viendo crecer a la peque todo será más fácil.
¿Dónde quedaban ahora todas esas promesas, en que parte del camino se había roto el sueño?, se oían las risas de Naín con sus amigos en la salita que estaba justo al otro lado de la pared, parecía que se lo estaban pasando en grande, bien por el...
Habíamos llegado a primera hora de la noche, era un barrio con todos los edificios iguales, un barrio gris y monótono, como muchos de la periferia, bajamos del coche cogimos las maletas y mi marido llamó a un timbre, abrió un hombre de unos cuarenta años en pantalón de pijama y camiseta de asas, hablaron algo en su idioma, el hombre se apartó y mi marido pasó por su lado conmigo detrás, me llevó directamente a la habitación donde me encontraba.
-Si necesitas ir al baño hazlo ahora, luego no podrás salir de la habitación.
Cerro la puerta y desapareció, al rato volvió con las dos mantas. - Tenemos que pasar aquí esta noche, mis familiares no tienen sitio en su casa, quiero charlar un rato con mis amigos y luego me vengo contigo, descansa y mañana hablamos.
-Tengo hambre.
-Venga no creo que sea para tanto, mañana ya nos iremos a comer por ahí.
-Estoy pensando en volver a España.
Suspiró y me miró con fastidio.
- Mañana hablamos.
Sabía que tenía todas las de perder si le montaba un pollo, estaba en territorio hostil y sentía la puerta como el muro de una cárcel, esto tenía que ser un mal sueño.
Al día siguiente me dolía todo el cuerpo y mi marido roncaba a mi lado, me vestí y lo desperté sin miramientos.
-Buenos días, necesito que me des dinero para salir a desayunar y llamar a mi familia, cuando vuelva espero que estés vestido porque quiero sacar un billete para volverme a mi país.
-Hay que mi niña se ha levantado de mal humor, un beso de buenos días, me abrazó y me besó, anda pasa a ducharte y ahora hablamos.
-Ya no quiero hablar, no soy tu niñita, ni tu juguete, ni tu sirvienta para que me trates como me estás tratando, creo que se te fue la olla del todo, o eso o me has estado engañando estos años y no eres la persona que pensaba, la verdad ya no me apetece quedarme a comprobarlo.
-¿Pero una ducha si te darás no?.
Salí del baño y en la misma puerta con su mejor sonrisa y un café sólo estaba Naín.
-Un café para  mi princesa, ¿estás mejor?, seguro que sí, está muy rico, bien cargado como a ti te gusta, lo primero que haremos en nuestra nueva casa será comprar una cafetera y un par de tazas con dibujos de corazones, para recordar siempre cual es nuestro momento favorito del día, unhh que bien huele!! ¿me invitas a un trago?
-¡No! ya lo he terminado.
-Sigues enfadada, ven salgamos a la calle, daremos un paseo y nos tomaremos un desayuno como Dios manda.
-¿Tu nombrando a Dios?.
-Dios, Alá ¿qué más da, ellos son los que deciden no?, ¿zumo de naranja natural y donuts para acompañar el segundo café?, conozco un pequeño restaurante que es como muy acogedor, ponen manteles de lino en las mesas y flores de verdad, los panecillos siempre parecen recién orneados y la mermelada y la mantequilla están en el punto exacto para que se deslicen solas por las tostadas.
Que bonita estás, te sientan muy bien los cambios, deberíamos viajar más.
A todo esto ya estábamos en la calle.
-Mira aquí tienes una cabina, introduce esta tarjeta, puedes hablar el tiempo que quieras, dile que como mucho en dos semanas tendremos el piso nuevo y nos podremos traer a la peque y dile que te he conseguido un trabajo.
-Ya estaba muy feliz con el que tenía.
-Mi tiger siempre rebelde, cariño de verdad, ¿crees que haría algo que os perjudicase a ti o a la niña?, os quiero, sois mi vida y quiero lo mejor para vosotras, en esta ciudad tengo muchas posibilidades de encontrar trabajo, mi familia no entiende que estemos tan lejos de ellos, es mejor que vivamos aquí, de verdad; si te pones enferma ¿quién cuidará a la peque mejor que alguien de su propia sangre?.
Siento lo que te dije ayer, es que me da miedo perderte por la distancia y la influencia de otras personas, a muchos alemanes no le gustamos, no admiten las costumbres que tenemos, nuestra religión.
-En la guardería había personas de diferente religión y no tenían problemas entre ellos, creo que te preocupas por tonterías.
-Mi amor me preocupo porque te quiero y no puedo imaginarme el perderte, tenemos que pasar un tiempo con mi amigo, el trabaja en una fábrica y me puede ayudar, en mi cultura los hombres y las mujeres que no se conocen no pueden estar bajo el mismo techo solos, y no está bien que la mujer se relacione demasiado con ellos, mi amigo al saber que venía avisó a otros colegas de la infancia, y me encontré con la sorpresa nada más llegar, no quería que te encontrases en una situación incómoda por eso te llevé a la habitación, mi amigo tiene a su familia en el Kurdistan, todo el dinero que gana se lo manda a ellos, no tiene mujer que le limpie y sólo tiene una habitación amueblada, me la ofreció pero me supo mal que el durmiera en el suelo, entiendelo...
-Tienes razón, pero entiendeme tu a mi, si no me cuentas esas cosas yo no soy adivina, siento que no tengo derecho a opinar y eso me preocupa.
- Vamos a desayunar y te prometo que a partir de ahora te lo contaré todo y decidiremos las cosas juntos.
Desayunamos, me enseñó parte de la ciudad, el polígono y la fabrica donde iba a trabajar él, un colegio donde se suponía iba a estudiar nuestra hija y sobre todo fue el hombre encantador que yo había conocido unos años atrás...
CONTINUARÁ...



6 comentarios:

  1. Eah! ya se la ha vuelto a camelar, esto no me gusta nada

    Un besote guapetona

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando comparan la sensación de enamorarse con la de estar "drogado" lo entiendo, sino como se explica que aunque aprendamos la lección con veinte, si con cuarenta te enamoras y te repiten las "mismas" idiotezes te las creas de nuevo.
      Bueno,es lo que hay, o eso o volverse una escéptica y cinica. :)
      Un bico.

      Eliminar
  2. Que politico se ha perdido. Mentiroso y camelador me da un yuyuuuu.
    Ains se me acabo el chollo por hoy. Sigue pronto que aunque sufra me gusta. Un bessito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias MEN, en cuanto tenga un ratito publíco, me encantaría publicar uno por día pero no tengo tiempo :(
      Biquiños.

      Eliminar
  3. Alondra acabo de leer todo tu blog, la verdad es que me pareces una gran escritora, no sé si son experiencias propias o no, tampoco quiero que me lo aclares pero me gusta mucho tu forma de escribir.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  4. Gracias Saudades, no me considero para nada escritora pero es muy bonito que te lo digan :).
    Yo tambien estoy enganchada a tu blog, aunque ultimamente no tengo tanto tiempo como quisiera para leer, comentar y escribir, a ver si pasa de una vez esta maldita crisis...
    Un bico.

    ResponderEliminar