ESTOY TRISTE

Entro no importa donde, lo veo de espaldas, alto, moreno, pelo rizado (me encantan el pelo rizado y las manos grandes en los hombres) tiene una voz grave, siempre me imagino teniendo sexo telefónico con él, oír como me dice guarradas con voz ronca y llena de deseo a través de una videollamada mientras lo único que veo es su pene erecto y su mano moviendose agarrándolo con fuerza.
Se da la vuelta y sonríe, me desarman las sonrisas bonitas.
Te estaba esperando, me dice con cara de niño travieso, te invito a un café.
Estoy de vuelta del café, me tiemblan las piernas y tengo el estómago revuelto, otro hombre que se me va al garete ¡y este antes de empezar! bueno para ser sincera camino del trabajo venía pensando en la posibilidad de encamarme con él al menos una vez, (por aquello de no quedarme con las ganas).
Pero es que lo que me ha contado me ha dejado hecha polvo, con la cantidad de defectos que soy capaz de pasar por alto en un hombre y tenía que ser precisamente este, lo peor es que hasta que lo he descubierto han pasado cinco meses.
Todo por la tontería que me entró con lo de ir despacio y no llevarme sorpresas, lo de la compatibilidad y eso, mi amiga la patinadora dice que es mejor el sistema antiguo, primero la cama y si no te gusta puerta, pues menos mal que no le hice caso, si es tan bueno como me imagino haber como me desenganchaba ahora de él.
Lo conocí por casualidad, dando un paseo hasta el sitio de siempre un día que decidí variar algo la ruta.
No recuerdo como comenzamos a hablar, pero si que conectamos desde el primer momento.
Coincidimos alguna vez más, hablamos del tiempo, lectura, paisajes, gustos, aficiones y de donde eramos cada uno, los dos veíamos el mar desde la casa donde pasamos nuestra infancia.
Una tarde nos sorprendió la lluvia y no nos quedó más remedio que intentar refugiarnos, no se si ayudó el paisaje el tiempo o que yo estaba muy triste y el melancólico, pero la conversación acabó deribando hacia el terreno personal, comentó que no se acostumbraba a vivir en un pueblo tan pequeño, donde aparte de pasar la tarde de bares no había mucho más que hacer, estaba pensando en irse a una cuidad un poco más grande antes de que sus hijos hicieran amigos y no hubiera forma de arrancarlos de allí.
Le dije que eso era lo que me había pasado, pero que  mis hijas habían crecido y seguramente al año siguiente me mudaría.
Esa tarde hablamos de muchas cosas y lo seguimos haciendo durante días, está divorciado, yo estaba en una relación, eso fue lo que dije aunque la susodicha estaba ya muerta y enterrada, pero no quise comentarlo porque cada vez que oigo a un hombre el consabido "pero es que nos va muy mal" me subo por las paredes, así que aunque lo mio era verdad preferí callarme.
Comentó que pensaba que yo estaba "soltera" porque me llevaba viendo desde el verano y siempre paseaba sola, pregunto si mi pareja trabajaba de noche y yo le contesté "algo así".
Dijo que entonces estaría mal que quedasemos para tomar un café y yo pensé que lo que estaba mal no era el café si no la situación que se estaba creando, dejé de ir a pasear.
Un tiempo mas tarde me lo encontré por el pueblo, hablamos cinco minutos e intercambiamos nuestros teléfonos, estuve a punto de comentarle que ya podía tomar ese café pero no me atreví, el día de los enamorados recibí el primer mensaje de muchos.
-Espero que estés recibiendo todo el amor que te mereces.
Al día siguiente lo llamé y quedamos en un bar, en este tiempo nos hemos conocido bastante más, hemos intercambiado y compartido libros, incluso me ha regalado alguno, hemos hecho sendenderismo !por fín¡, por cierto es mucho más cansado de lo que yo pensaba y también mucho más divertido, hemos jugado al billar, al domino, al padel, e incluso al baloncesto, deporte del que no tengo ni idea.
Hemos bailado hasta que me han salido bochas en los pies, hemos salido a cenar y a comer, incluso me ha invitado a desayunar, sabe cocinar, lo hace como los ángeles y entiende de vinos, respeta mis tiempos y nunca me pide que deje de hacer algo en mi trabajo para estar con él, es más, desde que estamos juntos trabajo mucho más y estoy feliz y relajada.
No nos hemos acostado, le pedí tiempo, le explique que era porque me caía tan bien que no quería estropear una posible amistad si nos precipitábamos, le aclaré que me gustaba mucho y que tenía esas cosquillas en el estómago desde el día de la lluvia, pero aún así prefería esperar, lo entendió, no se violentó y eso hizo que fuese más atractivo a mis ojos de lo que ya era.
Hace una semana pasó la prueba de fuego con mi blog y se quedó encantado, lo leyó del tirón.
Cuando terminó yo estaba de los nervios.
-¿Qué te ha parecido?.
-Ahora me gustas mucho más que esta mañana, haber cuando escribes una historia en la que salga yo.
El hombre perfecto.
Me lleva a tomar café y comienza a hablar, su trabajo pasa a desarrollarlo en otra ciudad, está pensando en irse a vivir allí pero quiere saber que me parece, contesto que es su vida y que yo solo soy una amiga.
-Podrías llegar a ser algo más y yo no creo en las relaciones a distancia.
-Yo tampoco.
-No me trasladan hasta septiembre, pero la respuesta la tengo que dar en una semana, es un ascenso en toda regla con más responsabilidades y una mejora importante en el sueldo.
-Si estuviese solo me trasladaría y punto.
Largo silencio, no sabía que decir excepto el consabido "me alegro por ti" y buena suerte.
-He estado pensando, si tu y yo llegamos a algo tampoco tendríamos tantas dificultades, tu ya tenías claro que te irías a vivir fuera de aquí y estás organizando las cosas, podríamos vivir los dos en la misma ciudad y trasladarnos a trabajar fuera yo tendría a mis hijos cada quince días, creo que sería positivo.
La sonrisa me ocupaba toda la cara, hay dos cosas que no sé disimular, cuando soy feliz y cuando estoy triste.
-Quiero hacer el amor contigo te invito a pasar este fin de semana a un sitio maravilloso que conozco necesito estar contigo y ver que pasa.
El sí me salio sin pensar.
Ya puestos hablamos de que pasaría si salía bien, tendríamos que conocer a nuestros respectivos hijos y más adelante también entre ellos y dijo la palabra que me nublo el día.
-Como psicólogo creo que estas cosas hay que hablarlas, no somos nosotros solos y es importante que tengamos nuestras posturas claras desde el principio.
PSICÓLOGO=FOBIA=DESCONFIANZA=MANIPULACIÓN=CONTROL...............................
No tengo nada en contra de los psicólogos, es más de vez en cuando visito a uno que me ayuda a sobrellevar mi día a día.
Pero tener uno como novio ¡nunca!, creo firmemente en la deformación profesional y no necesito a nadie que sepa hacer profesionalmente lo que ya me han hecho otros hombres y no precisamente cosas buenas.
El: psicólogo/hombre/novio = Yo: miedo/desconfianza/ansiedad.
Lo siento, espero que como profesional que eres me entiendas.