Hoy he tenido el placer de escuchar una disertación sobre un libro que acabo de leer.
Después nos hemos enfrascado en una conversación que comenzó con el restaurante hasta los topes y terminó con el mismo vacío y el camarero carraspeando a nuestro alrededor.
Creo que nunca había diseccionado una novela hasta ese punto, es muy interesante ver las distintas lecturas que hacen diferentes personas sobre un mismo hecho o personaje.
Para rematar un paseo y un carajillo en un bar de los que me gusta frecuentar los domingos por la tarde, tranquilo y acogedor.
A última hora decidimos echar un billar, otra afición que había dejado de lado en los últimos tiempos, me han regalado un libro y ayer he ido a bailar.
Además... he visto el mar...
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