No entiendo nada de fotografía, dicho esto diré que es un amor inesperado que me tiene fascinada.
Poder fotografiar a la gente que llama mi atención en un momento dado.
Le he pedido a una chica que iba patinando que me dejara fotografiarla, pero no una vez si no durante un rato, me dijo que sí, con la condición de que la pasara las fotos, después estuvimos de cháchara e incluso me puse sus patines y me caí de culo un par de veces, hace tiempo que quiero aprender (será divertido). Se me ha enfadado una señora mayor, le he enseñado lo guapa que sale, le he dicho que no pienso hacer mal uso de sus fotos y al final hasta me ha dado permiso para publicarla en mi blog como parte de alguna historia, también me ha dicho que piensa decirle a su nieta que le lea alguna cosa mía, me hace ilusión que me lea la abuelita en "internete" como dice ella.
De adolescente me gustaba mucho hablar con la gente, pero en estos años he perdido la facilidad de relacionarme, el ser espontánea básicamente por el miedo al rechazo.
La cámara es como un bastón para eso, me hace igual de libre en la calle de lo que me siento al escribir en la intimidad de mi casa.
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