sábado, 3 de diciembre de 2011

FICCIÓN / Son las compañias...

Soy muy de compañías, malas compañías quiero decir. Aunque al ir tierra avante rodeada de "sociopatas" suelo resultar buena persona.
Es con las llamadas buenas compañías con las que me desmeleno.
Me encuentro con la luna llena cara a cara, un alma cándida como socio-a y es que oye, me siento tan relajada, cuidada y protegida, que si acabamos a las cuatro de la mañana en un barco de pesca bebiendo albariño y cantando a voz en grito no pasa nada.
Tengo a mi dulce ángel custodio que me desembarca a tiempo y me deja a salvo, lejos de los brazos de algún aguerrido marinero (para mi tristeza) y así me despierto al día siguiente en mi cama "sola" y no en alta mar recogiendo las redes de pesca.
Dios bendiga a las almas cándidas, a la luna llena y al albariño.
Ah! y a los marineros fortachones :)

6 comentarios:

  1. Hola TORO SALVAJE,totalmente de acuerdo.

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  2. La palabra desenfada, chispeante, liviana llevándonos por la aventura de la risa, y el bien pasar.
    Felicitaciones.
    Un abrazo.

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  3. Tiene que haber de todo en la vida.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

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  4. Hola Julio eres demasiado indulgente conmigo pero se agradece:)

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  5. Buenas noches Ricardo la variedad enriquece.
    Bicos.

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