miércoles, 21 de diciembre de 2011

INOCENCIA Y AMISTAD PARTE 4

La niña está tendiendo la ropa en la terraza y se asoma su madre desde la puerta de la cocina.
-Carla, tienes que ir a comprar arroz para la paella y ya de paso traete el pan.
-A la vuelta, ¿puedo ir a cambiar las flores de la tumba del abuelo?.
Pose de niña buena y caída de ojos.
-¿Has acabado tus tareas?
-Sí mamá.
-Vale, pero tienes que estar de vuelta para la hora de comer.
La niña se da prisa en ejecutar los recados y sale disparada hacía el cementerio, el chico la encuentra limpiando la lápida de su abuelo.
-Hola Carla.
-¡Como has tardado! me ha dado tiempo de cambiar las flores, limpiar la lápida del abuelo y revisar todo el cementerio, es increíble que ayer estuviese aquí toda esa gente, ¿qué crees que estaban haciendo, crees que estaban celebrando una misa rara de esas, que crees que hicieron con el gato???
-Uhff!!, dame un respiro, esta noche apenas he dormido.
-Pues yo he dormido como un lirón, estaba agotada cuando llegué a casa.
-Será como un monito...
-¡Hay, no empieces!
-Está bien déjalo, ¿lo revisamos todo otra vez?
-Vale.
Durante el rato que dura la inspección Carla no para de parlotear sobre cada detalle de lo acontecido la noche anterior y todas las conjeturas que se le pasan por la cabeza.
Pablo piensa que es normal que se pase el día saltando de "rama en rama", de alguna manera tiene que eliminar toda la energía que almacena en su pequeño cuerpo, de otra forma saldría ardiendo como una antorcha humana.
Al cabo de unos minutos desconecta y piensa en la locura que se le pasó por la cabeza anoche, lo que vieron tenía que ser una secta, aunque no tiene claro de qué tipo, en un primer momento creyó que se habían cargado al gato (tenía que ser un gato, desea que fuese un gato) que habían oído maullar y tal vez en una especie de ritual satánico se habían bebido la sangre pasándosela en un recipiente de unos a otros, un ritual mezcla de creencias celtas y religión..
-¿Me escuchas?!!
-Claro.
-Ah sí, ¿que estaba diciendo?
-Algo de lo limpio que esta todo...
-No hay nada, ni siquiera huellas de pies, es muy raro ¿no te parece? ¿cúal de mis hipótesis crees que es la correcta?.
El chico en lugar de contestarle la mira muy serio y lanza una pregunta.
-El ruido que se oía antes de que se fueran, ¿qué crees que era?.
La pregunta tiene la virtud de conseguir que la niña permanezca quieta y en silencio, en ella esta actitud es antinatural, finalmente se remueve nerviosa y contesta con una evasiva.
-Con todo lo que pasó quieres que recuerde un ruido de nada, te fijaste como se fueron de a dos ¿crees que eran parejas, ya sabes matrimonios?.
Pablo decide no insistir, que la niña se asuste con esa pregunta quiere decir que al menos en su subconsciente ha llegado a una conclusión muy parecida a la suya.
Ahora no solo le duele la cabeza también tiene el estómago revuelto.
Es casi la hora de comer ¿crees que en tu casa me invitarían a paella?.
-¿Tu madre todavía no ha vuelto?.
-No y ya no creo que vuelva hasta el domingo.
-Pues estamos de suerte, mi padre se ha ido a pasar el día a casa de mi abuela, tienen que reparar la lancha de mi tío, esta tarde también se va mi madre y se quedarán hasta el domingo por la noche, tenemos hoy y mañana para hacer lo que nos de la gana.
-¿No querrán que los acompañes?.
-Fingiré que me ha sentado mal la paella, dolor de barriga, lo suficiente para no poder acompañarla, pero no tan mal como para que no me pueda quedar sola.
Llegan al camino de entrada de la casa y ven a la madre poniendo la mesa en la terraza.
-La madre de Pablo tiene guardia en el hospital ¿puede quedarse a comer con nosotras?.
-Claro, ir a coger agua a la fuente mientras termino de poner la mesa.
-Corren hasta la fuente entre risas y vuelven rápidamente con el agua.
A la comida se les une la tía que vive en la casa colindante, la madre se levanta a los postres pues se le escapa el autobús y les encomienda que recojan la mesa y laven los platos.
-Carla, nos vamos.
-Mamá es que me duele la barriga ¿puedo descansar un rato?.
-Perderemos el autobús.
Mamá es que me encuentro mal de verdad, tengo ganas de vomitar.
-Entonces me quedo.
-No te preocupes dice la tía, seguro que no es nada, me quedo a recoger y me ocupo de ella, por la noche me la llevo a dormir a mi casa y nos llamamos con lo que sea.
-Está bien, la verdad es que tengo ganas de ver como están dejando la lancha y pasar el fin de semana con mi cuñado y su mujer.
-Pues ala vete tranquila.
-Hasta el domingo.
-Adiós mami.
La tía los manda a descansar al borde de la piscina y allí que se van tirados como lagartos debajo de una sombrilla.
Preparan la escapada de esa noche, la niña se muestra entusiasmada con la posibilidad de que se repita la historia.
Mi tío guarda en el garaje unos prismáticos de visión nocturna.
Un par de horas después se les acerca la tía con una jarra de limonada para Pablo y le pregunta a Carla que tal se siente, la niña asegura que mucho mejor.
-No te preocupes tía debió ser que estuvimos corriendo mucho rato y al llegar a la fuente bebí demasiada agua y me sentó mal.
-Tal vez le vendría bien dar un paseo tranquilo por el pueblo.
Apunta Pablo.
-Buena idea, pero os quiero de vuelta a las nueve, Pablo dile a tu madre si te deja cenar en nuestra casa.
Una vez fuera de la vista de la tía deciden volver al cementerio para preparar el sitio donde van a pasar varias horas de vigilancia y trazar un camino a través del monte para escapar si es necesario.
Una vez Pablo se acostumbra a bajar por el tronco del árbol más cercano, el trayecto por el monte en linea recta hasta la carretera es corto y fácil.
La niña se siente en su salsa en plena naturaleza, el chico se empeña en ir a buscar su cámara fotográfica  y realiza unas cuantas instantáneas de la vegetacíon de la zona.
Les dan las nueve sin enterarse y se apresuran a volver a casa.
En su escondite se quedan dos toallas de playa, una pequeña linterna, la cámara de fotos, los prismáticos de visión nocturna y una escopeta de balines que el chico a decidido añadir por su cuenta y riesgo "por si acaso", la niña no ha protestado.
CONTINUARÁ... 

2 comentarios:

  1. El apasionante mundo de los niños y su manera de ver y concebir la realidad. Un buen trabajo en los diálogos.
    Te deseo una Feliz Navidad y un venturoso 2012

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  2. Feliz Navidad tambien a ti Felicidad, que este año que entra te conserve la salud y
    traiga muchas alegrias a los tuyos :)

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