viernes, 25 de marzo de 2011

CAPRICHO

Entra en el despacho como un alma en pena y se deja caer en el sofá, suspira de forma teatral.
-¿Qué te pasa?
-Que mi novio es un gilipollas.
-Tremenda novedad tratándose de un tío.
-Lo voy a dejar.
-Llevas diciendo eso desde que te conozco.
-Esta vez va en serio.
Se levanta y me abraza llorosa poniendo sus brazos alrededor de mi cuello mientras se balancea como en un arrullo, la muy zorra sabe que me esta poniendo cachonda, me encanta.
-Déjalo de una vez y no lo pienses más, así podré follarte a gusto sin sentirme culpable.
-Eso será si yo quiero.
-Lo estas deseando.
-Bésame.
-Deja a tu novio.
-¿Saldrías conmigo?
-No, pero te lo haría pasar muy bien.
-Eres una fantasma.
-Mira chica, no quiero ser tu amiga, no quiero ir de compras, salir por ahí o tomar café, yo te ofrezco sexo sin compromiso, olvidarte de pastillas y condones (al menos conmigo) y nada de falsas promesas, si decides probar estoy aquí.
Se marcha enfadada y no vuelvo a saber nada de ella en unos días, el domingo se presenta en mi casa, tiene los ojos inchados de tanto llorar y la tristeza me llega como una onda.
La abrazo, esta vez no juega y sólo siento ternura, deseo protegerla, hablamos durante horas, intento que coma algo sin éxito y finalmente nos quedamos dormidas acurrucadas en mi cama, la siento tan frágil... Este no es un buen camino para la clase de relación que quería tener con ella, mierda.
Me despierto con sus besos, esta despechada, debería frenarla, pero no me apetece está demasiado rica y tengo hambre.
Al terminar suena el teléfono, es su novio, no quiere coger, le digo que creo que él la quiere, que no se deje llevar por impulsos, necesitan hablar con calma y tal vez darse una oportunidad, lo nuestro está bien, pero no quiero que se confunda.
Se enfurruña, me dice que ahora que tengo lo que quería me estoy deshaciendo de ella.
Le contesto que no, que siento algo en mi corazoncito y que si cambia de opinión estaré aquí.
Se marcha y respiro aliviada, estuvo muy bien, pero no es cosa de repetir que mi corazón corre peligro.
Además he conocido una pelirroja que me hace ojitos y las pelirrojas son mi perdición...

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